Por Juan Tomás Valenzuela
Cuando el 16 de agosto
llegue el fin de esta pandemia,
quedará una septicemia
de muy elevados costos.
Solo habrá un camino angosto
por dentro de los escombros
en que Luis, se echará al hombro
a este pueblo devastado
por los que lo han gobernado
sin el más mínimo asombro.
Con unas arcas vacías,
un maletín de facturas
y todas las travesuras
del Penco y su compañía,
la intención de una amnistía
por parte de Abinader,
vendría a acabar de joder
las más puras intenciones
de salir de estos ladrones
y abocarse a un renacer.
Esto no es retaliación
ni nada por el estilo,
pero si el Penco, Danilo,
Temo y Susana Neutrón,
no reciben la sanción
que se equipara a sus hechos,
el estado de derecho
al que aspira el ciudadano,
más que estar en buenas manos
sería parte del cohecho.
Hacen falta jueces probos
y un fiscal independiente,
pero también diligente,
disto de este espantabobo
que ha certificado el robo
de Gonzalo y de su hermana.
Que nunca le ha dáo la gana
de que se aplique justicia
en las denuncias que Alicia
nos trae desde su ventana.
El pueblo se está abocando
hacia un nuevo amanecer
y ojalá sea Abinader
quien lo esté garantizando.
Pues nos estamos quedando
con muy poquitas opciones.
Si no caen estos ladrones
en los primeros 100 días,
les juro por la mái mía
que habrá movilizaciones.
Juan de los Palotes
22 abril 2020